La relación entre la calefacción y el dolor de cabeza
Con la llegada del invierno son muy pocos los hogares que se mantienen sin usar ningún aparato climatizador que caliente el ambiente frío propio de esta estación. De todas maneras, conviene no abusar de la calefacción, ya que un uso inadecuado o en exceso puede comportar algunos problemas de salud. El más común es el dolor de cabeza, te explicamos cuál es la relación entre calefacción y dolor de cabeza y lo que tienes que hacer para evitarlo.
Calefacción y dolor de cabeza ¿Por qué nos duele?
No pasa en todas las circunstancias ni con todos los tipos de aparatos climatizadores. Pero es un fenómeno cada vez más común, sobre todo por la proliferación de aires acondicionados que tienen bomba de calor. Muchas familias apuestan por este método para calentar la casa, que es bastante eficiente y económico en comparación con la calefacción central o las pequeñas estufas. La primera acostumbra a ser cara y la segunda no llega a todos los rincones del hogar. Pero las bombas de calor resecan el ambiente y esto genera problemas en mucosas, piel y ojos. Cuando la exposición es prolongada puede provocar mareos y dolor de cabeza.
Si habitualmente sufres dolor de cabeza, intenta que el termostato esté a un máximo de 21 grados centígrados y que no supere nunca los 23. El calor en un ambiente de poca humedad provoca dolor de cabeza y sensación de aturdimiento. Algo que también pasa con las estufas tradicionales, ya que la mala combustión de los materiales que se usan pueden causar los dolores.
Consejos para evitar el dolor de cabeza provocado por las calefacciones
- Mantener el termostato entre los 18 y los 20 grados.
- Usar un humidificador cuando esté encendida la calefacción.
- En caso de no tener un humidificador eléctrico se puede optar por un remedio casero: Llenar un recipiente con agua y dejarlo cerca de la fuente de salida del aire caliente para que se condense y humidifique el ambiente.
- Ventilar las habitaciones diariamente y cuando la calefacción lleve mucho rato encendida.
- Evitar tener la bomba de calor o las estufas de combustión encendidas más de 4 o 5 horas.
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