Cómo conservar el árbol de Navidad de un año para otro

 

A pesar de que cada vez son más los hogares que optan por adornos más ecológicos, todavía son muchas las familias que quieren árboles o abetos de Navidad naturales porque consideran que es más realista. Pero pasadas las fiestas es conveniente plantearse cómo conservar el árbol de Navidad para el año siguiente.

 

Cómo conservar el árbol de Navidad de un año para otro

 

Decisión de compra

 

A  pesar de que ahora ya es un poco tarde, es bueno que, para futuras ocasiones, tengamos en cuenta que a la hora de comprar un árbol de Navidad debemos mirar ciertos factores decisivos si luego queremos conservarlo.

 

Hay árboles que se venden sin raíces y esto, obviamente, los convierte en abetos de usar y tirar. Si queremos trasplantarlo tenemos que  asegurarnos, en el momento de la compra, de que el árbol tiene maceta y raíces. Para asegurarse de que es así, se recomienda, tirar del tronco y comprobar que el cepellón sale entero.

 

Ubicación del árbol

 

El lugar en el que colocamos el abeto en el hogar también es esencial para conservar el árbol de Navidad de un año para otro.

 

Teniendo en cuenta los abetos o árboles de Navidad son de clima frío, es importante evitar ponerlos muy cerca de fuentes de calor como, por ejemplo, radiadores.  Y también debemos regarlo como haríamos con cualquier otra planta. En caso de estar en una casa con calefacción, tenemos que hacerlo con más frecuencia y abundancia.

 

También se aconseja sacarlo eventualmente al exterior.

 

Trasplantarlo a una maceta o un jardín

 

Una vez pasadas las fiestas navideñas podemos trasplantar el árbol a un tiesto grande y ponerlo en el exterior. O, en el caso de vivir en una casa, plantarlo en el jardín.

 

Para garantizar su conservación debemos tener en cuenta,  tal como se he apuntado en el punto anterior, que es una planta que demanda gran cantidad de agua.

 

Si es un árbol que no tiene raíces o, por el motivo que sea, no está en condiciones de ser trasplantado, también podemos dejarlo en el jardín para que se pudra y obtener, después de unos meses, compost. Este abono nos servirá para nuestras plantas o, si lo tenemos, huerto.

 

Puntos de recogida

 

Los ayuntamientos de muchas ciudades y pueblos instalan puntos de recogida en los que podemos dejar nuestro árbol natural.

 

En función de las características del árbol, tal como se ha apuntado en el punto anterior, se replantan en zonas habilitadas para ello o se convierten en compost para alimentar otras plantas.

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