Convivencia en la ciudad: La irrupción de los patinetes eléctricos
Cuando todavía no nos habíamos acostumbrado del todo a la circulación de bicicletas por la ciudad, han llegado los patines eléctricos, una nueva manera de desplazarse en trayectos cortos. En algunas ciudades como Ámsterdam, están habituados desde hace décadas a una convivencia urbana de coches, bicicletas, tranvías y peatones. La cosa cambia cuando hablamos de las grandes ciudades de nuestro país como Barcelona o Madrid, aquí la convivencia es más complicada.
La fecha clave es este año 2018 en el que se han disparado las ventas privadas de patinetes eléctricos y también han hecho acto de presencia diferentes empresas de alquiler de estos vehículos al estilo Bicing, para facilitar la movilidad en las zonas urbanas.
Los beneficios del patinete eléctrico
Circular con patinete es objetivamente, una de las mejores opciones para todos aquellos que hagan trayectos cortos o desplazamientos al trabajo. ¿Por qué?
- Es rápido: Por lo tanto, es mejor que andar, ya que se ahorra tiempo de desplazamiento.
- Es cómodo: No se suda, no es cansado y se puede llevar cualquier tipo de calzado o ropa. Este es el principal handicap por el que, sobre todo los empleados de oficina y los trabajadores que están de cara al público, no escogen la opción de la bicicleta.
- Es ecológico 100%: Las baterías son eléctricas, por lo tanto, se trata de una tecnología limpia.
- Es sano: Implica unas cuantas dosis de equilibrio, esto significa practicar un ejercicio moderado para conseguir no caer del patinete.
De todos modos, no existe el vehículo de desplazamiento perfecto; y los patinetes también presentan algunas contraindicaciones:
- Poca estabilidad. El patinete no es para todo el mundo. La edad es clave, ya que es necesario tener equilibrio y una mínima forma física que nos permita desplazarnos de forma segura.
- Seguridad. Estos vehículos pueden alcanzar los 20 y 30 km por hora; esto significa que, en caso de accidente, las consecuencias pueden ser graves. Por eso es recomendable llevar casco.
- Aparcamiento. Si utilizamos un patinete propio, nos podemos encontrar con el problema del aparcamiento. Se trata de un vehículo pesado, y no es factible cargar con él a la entrada de una cafetería o el cine. Dejarlo en la calle tampoco es una opción, se puede bloquear, pero no podemos evitar que alguien lo robe.
La regulación de los patinetes eléctricos
La irrupción de esta forma de transporte ha cogido desprevenidos a los ayuntamientos, que no cuentan en las ordenanzas actuales con el supuesto de la circulación por ciudad de patinetes eléctricos. Otros, a pesar de contemplarlo, establecían normativas que obligan a los patinetes a circular a una velocidad parecida a la de los peatones. Muchos consistorios se han apresurado a aprobar nuevas normativas y parece que la idea general es prohibir la circulación de los patinetes por las aceras, así que estos desplazamientos se tendrían que hacer por los carriles bici.
Aún así, una de las eternas problemáticas que sufren muchas ciudades es la pobre red de carriles bici, con tramos vacíos en los cuales es imposible circular y se tiene que escoger entre la carretera o la acera. Sin duda es una de las cuestiones que se tendrán que plantear los gobiernos locales para adaptarse a los nuevos tiempos. La movilidad en las ciudades está cambiando y el patinete eléctrico es una buena muestra.
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