Edificios de consumo energético cero

Consumo cero

Desde el pasado 31 de diciembre de 2018 es obligatorio que todos los edificios públicos tengan un consumo energético cero y el resto se tendrán que adaptar para conseguirlo antes del año 2020. Se trata de una normativa europea relativa a la eficiencia energética de los edificios. Pero en la sociedad actual en la que vivimos, ¿estamos preparados para mantener este tipo de construcciones? Te explicamos qué son los edificios de consumo energético cero.


¿Qué son los edificios de consumo energético cero?

Se denominan edificios de consumo casi nulo de energía (EECN) a todas aquellas construcciones que usan el mínimo de energía posible para un correcto funcionamiento de los servicios energéticos del hogar como la calefacción o la luz. En el siglo XIX los edificios tenían únicamente una chimenea, que servía para calentar las habitaciones y cocinar. En el siglo XX los hogares se mecanizaron y reconvirtieron buscando la comodidad de los habitantes. Esto condujo a crear instalaciones mecánicas y al uso de energías contaminantes que inundaron la arquitectura sin tener en cuenta el impacto negativo sobre el medio ambiente. Ahora la relación de la arquitectura con el entorno está cambiando y en los proyectos arquitectónicos se tienen en cuenta estudios climáticos y el aprovechamiento de energías renovables.

Lo más importante de este tipo de edificios es que están diseñados para conseguir el mínimo consumo posible de energía sin perder el confort del que disfrutamos actualmente.

 

¿En qué consumimos energía?

Se tiene que dejar claro que el consumo de energía se produce por las acciones humanas, no por los edificios:

 

  1. Encender la calefacción cuando tenemos frío.
  2. Encender el aire acondicionado cuando tenemos calor.
  3. Calentar el agua para ducharnos.
  4. Iluminar los espacios interiores.
  5. Uso de pequeños y grandes electrodomésticos como secadores de pelo o la nevera.

 

Pero, ¿por qué tenemos que intentar consumir menos energía? Este consumo genera emisiones CO2 que son liberadas a la atmósfera provocando el efecto invernadero, algo que repercute en el incremento de la temperatura global del planeta. Emisiones que contribuyen al cambio climático que pone en peligro los ecosistemas que mantienen el equilibrio de la vida en la Tierra.


¿Cómo se consigue un consumo casi nulo de energía?

Los edificios se tienen que diseñar para tener una demanda energética reducida que se consigue aprovechando los recursos naturales como la radiación solar, la luz natural, el viento, el calor del suelo… Por lo tanto, el consumo energético de las instalaciones que se hagan en estos edificios y que tienen que ser altamente eficientes vendrán de fuentes de energía renovable a través de paneles solares, geotérmica, placas fotovoltaicas, etc.

 

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