Qué son los individualizadores de coste en calefacción
La Directiva 2012/27/UE, referente a la eficiencia energética, exige a los ciudadanos que tengan instalaciones centralizadas de calefacción la instalación de contadores individuales. Esto permite medir mejor el consumo de calefacción, agua y refrigeración. La directiva europea afecta a un millón y medio de hogares de España.
La fecha límite para instalar contadores individuales en las casas es el 31 de diciembre de 2016. El sistema de cálculo por coeficientes, utilizado hasta ahora, ya no tendrá validez. Cada hogar pagará realmente según lo que consuma.
En España hay más de 1 millón de viviendas que cuentan con instalaciones de calefacción central. Este tipo de distribución de calefacción era muy típico en las construcciones de los 60 y 70. El problema, sin embargo, son las desventajas a nivel térmico que conllevan: derroche energético, alto consumo y distribución desequilibrada de la calefacción.
Individualización y repartidores de coste
Los distribuidores son pequeños dispositivos que se instalan en los radiadores de las viviendas y permiten medir de manera individual el consumo de calefacción en las instalaciones centralizadas.
Los repartidores constan de una carcasa que cubre la electrónica, una unidad de cálculo, dos sensores, una pantalla LCD para ver los valores de consumo, una bateria y un mecanismo para proteger el repartidor de manipulaciones no autorizadas.
Según la norma EN 834:1994, los distribuidores de costes miden dos temperaturas: la temperatura ambiente de la habitación y la del radiador. La norma UNE-EN-834:1994 muestra que el repartidor de costes tiene que ponerse en relación con el radiador donde esté instalado. Cada repartidor tiene que programarse según los factores definidos en la Norma UNE-EN-834:1994.
Después, la información de cada radiador se transmitirá por radiofrecuencia de forma mensual o anual. Los datos se envían a un sistema de recogida de datos que la empresa encargada utilizará para medir de forma rápida los valores de todos los repartidores. Se estima que el ahorro estriba entre el 20 y el 35%.
Válvulas termostáticas para regular la temperatura
Se puede acompañar esta modalidad con las válvulas termostáticas. Así se mejora la eficiencia energética, logrando que se controle mejor el consumo de la calefacción en la vivienda. Recordemos que se trata del sistema que más gasto energético genera en los hogares (un 46%).
Las válvulas termostáticas nos ayudan a regular mejor la distribución del caudal de agua de la instalación, según si el cabezal de la válvula está abierto o cerrado. Además, si son programables, podremos controlar de manera absoluta el consumo de energía de los radiadores. Se puede elegir así cuáles funcionan y a qué temperatura.
Individualizar el consumo de energía nos ayuda a usar más eficientemente los recursos energéticos en nuestro hogar.
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