El nuevo reciclaje de las cápsulas de café
Las tradicionales cafeteras italianas han quedado desfasadas en pocos años. La moda de las máquinas para hacer café con cápsulas de forma rápida, limpia y cómodamente desde casa con un resultado profesional, llegó para quedarse. Empezó como un boom que, con el paso de los años, lejos de estabilizarse ha continuado creciendo y expandiéndose creando nuevas líneas de negocio como la comercialización de nuevos sabores, combinaciones, e incluso de cápsulas que ya no son exclusivamente de café, también las hay de té, cacao y otras bebidas especiales. Desde RoigSat te explicamos qué soluciones se han buscado y ya se están utilizando para reciclar las cápsulas de café.
El reciclaje en el mundo contemporáneo
Las últimas décadas se han caracterizado por hallazgos tecnológicos que han mejorado nuestra vida: Aparatos que preparan la comida a la hora indicada, que limpian por nosotros y que en definitiva, nos facilitan la vida. Aun así, tienen un contrapunto importante: La comodidad de los humanos ha incrementado la presión sobre el medio ambiente.
Aparatos plásticos que no se pueden reciclar, combinación de materiales que hacen imposible una separación selectiva y efectiva, acumulación de residuos… Por eso es importante encontrar nuevas fórmulas para poder dar salida a todo aquello que ya tenemos en nuestros hogares y ser conscientes de no repetir ciertas prácticas en las próximas compras, a pesar de que tengamos que renunciar a nuestra parcela de comodidad adquirida.
Cómo reciclar las cápsulas de café
Las cápsulas de las máquinas modernas de café son muy difíciles de reciclar, ya que la mayoría están hechas de aluminio con partes adheridas de plástico y papel muy difíciles de separar, lo que provoca que no se puedan tratar como envases, porque están combinadas con dos residuos con reciclajes diferentes, y, por lo tanto, no se pueden desechar en el contenedor amarillo. En este artículo te proponíamos algunas manualidades DIY para reutilizar las cápsulas y mejorar el medio ambiente. En caso contrario, se deberían depositar en el contenedor orgánico según señalan organizaciones como Intermón-Oxfam.
Se calcula que pueden tardar en biodegradarse entre 100 y 500 años. Teniendo en cuenta que la cantidad que se desecha es de unos 7 millones al año, el problema es exponencial. Para acabar con esta problemática, un total de 24 empresas fabricantes de cápsulas han puesto en marcha el proyecte Círculo RECICAP, una nueva manera de gestionar el reciclaje (ya sean de aluminio, plástico, o papel) con más de 4.000 puntos de recogida. Seguidamente, se trasladan a una planta de reciclaje especializada donde se trituran para extraer los posos del café. Estos se usarán como abono de uso agrícola. En cuanto a las cápsulas se separan según su material:
- Cápsulas de aluminio. Se funden para reutilizar el metal y transformarlo en nuevos objetos.
- Cápsulas de plástico. Se tratan para producir granza y fabricar, por ejemplo, macetas o mobiliario urbano.