La mala salud del planeta: un hecho real que influye en la salud los humanos
El bienestar que el ser humano ha logrado en los últimos siglos, a la vez ha ido desgastando el entorno. Todo lo conseguido hasta ahora puede derrumbarse en cualquier momento. La mala salud del planeta debido a la sobreexplotación ya está pasando factura. Para los científicos, la problemática de la salud del planeta y de los humanos debe abordarse de manera conjunta.
¿Cómo influye la mala salud del planeta en los seres humanos?
Los avances de la ciencia han permitido una disminución drástica de las muertes por malaria y sida. Mientras tanto, la polución ya causa cinco veces más muertes que las dos enfermedades juntas.
El aumento de la esperanza de vida en los humanos se ha disparado en el último siglo. Las principales causas de este hecho son: la mortalidad infantil disminuye, la pobreza extrema cae y el hambre se está mitigando. Mientras el bienestar de los humanos va en aumento, la mala salud del planeta también aumenta. Un ejemplo de ello es:
- Las emisiones de carbono a la atmósfera aumentan
- El agua del mar es cada vez más ácida y está más caliente
- El bosque tropical va desapareciendo
- Las necesidades de agua se disparan
- Los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes
Consecuencias de los desastres naturales en la salud humana
Más allá de los daños que provoca un desastre natural, la salud de las personas que lo sufren también se resiente a la larga. Según los últimos estudios científicos, las catástrofes naturales afectan a la salud del ser humano a lo largo del tiempo:
- Una inundación aumenta la tasa de mortalidad durante meses y aumenta las enfermedades crónicas
- Un incendio forestal afecta al peso de los nacidos si la embarazada se expuso a sus gases
- La deforestación para la implantación de la agricultura o zonas residenciales aumenta la aparición de nuevas enfermedades infecciosas
- Cualquiera de las tragedias afecta a la salud mental de quienes las han padecido. Generalmente produciendo estrés postraumático, depresión y ansiedad
La degradación de los ecosistemas naturales amenaza con revertir las mejoras que se han conseguido en el último siglo, según la Rockefeller Foundation.
El concepto de “equidad generacional”
Como consecuencia del crecimiento económico y el desarrollo en el presente, se ha hipotecado la salud de las generaciones futuras. El ser humano ya es más parte del problema que de la solución porque solo hace algo cuando el problema ya está ahí. Todo este desarrollo está dejando cicatrices para las generaciones futuras: el cambio climático, su impacto en la agricultura y la seguridad alimentaria, la pérdida de insectos polinizadores, entre otros.
Por lo tanto, las soluciones reales pasan por desarrollar medidas de control más allá del producto interior bruto e que incluyan al medio ambiente y la salud. Es la única manera que las generaciones futuras hereden un planeta sano y limpio.
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