Propósitos de año nuevo: Aprovechar la pandemia para ahorrar
Un informe del Observatorio del Ahorro Familiar de la Fundación IE y de la Fundación Mutualidad Abogacía concluye que una de cada tres familias tenía menos de 2.200 euros ahorrados cuando llegó la pandemia de coronavirus. Esto ha potenciado que se quiera ahorrar también por otros dos motivos:
- Incapacidad de gastar lo que se ingresa. Los 3 meses de confinamiento absoluto redujeron los gastos hasta reducirlas a lo mínimo y básico: Suministros, vivienda y alimentación.
- Miedo al futuro laboral y económico. La incertidumbre de la crisis de la Covid-19 ha hecho que empresas y trabajadores no puedan hacer planes ni tan solo a corto plazo, la bajada de los beneficios del tejido empresarial, junto a la situación de ERTE’s que han provocado una caída de la economía y el consumo, que tardará a recuperarse y esto provoca un futuro poco predictivo.
Covid-19: Una oportunidad para ahorrar
Los hogares del país tienen ahorrados una media de 9.000 euros, una cifra que nos convierte en un estado vulnerable, ya que éstas representan unas de las cifras de ahorro más bajas de Europa. Por eso muchas familias han visto la pandemia de coronavirus como una oportunidad para ahorrar, no solo aquellos que por circunstancias laborales no tienen otro camino (paro o ERTE que los obliga a consumir lo mínimo), hablamos del resto de hogares que en previsión de un futuro incierto prefieren reducir su consumo.
La situación actual facilita las cosas, el semiconfinamiento y los horarios restrictivos de la hostelería así como la reducción de la movilidad hace que sea muy fácil no consumir en restaurantes y hacer viajes, planes de ocio que antes representaban un gasto importante en el caso de las familias más jóvenes y activas socialmente hablando.
Por otro lado, se han reducido el número de planes que se pueden hacer y un gran porcentaje de personas teletrabaja; esto se ha traducido en menos preocupación por la imagen personal: Es más fácil no comprar ropa y cosmética.
Por último, el hecho de no poder hacer celebraciones multitudinarias ha reducido los planes de cumpleaños, bodas y comuniones a la mínima expresión y todo lo que esto comporta cuando empieza la temporada del sector: Gastos en regalos, ropa, comida…
Dicen que se tiene que buscar siempre la parte positiva en todo y quizás ésta sea que el nivel de endeudamiento de las familias y su capacidad ahorradora crecerá, a pesar de que poner el freno al consumo en una sociedad capitalista, hará daño a la larga. El pez que se muerde la cola.
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