Las ciudades españolas con mejor calidad de agua

osmosis inversa

¿Qué ciudades tienen mejor calidad de agua? Si creamos un mapa de España según la calidad de sus aguas, comprobaremos que a lo largo y ancho frl país hay regiones con un agua muy blanda y otras con un agua mucho más dura. ¿Cómo afecta a la calidad del agua?

Las características del agua, de acuerdo a la concentración de carbonato cálcico por litro de agua, varía de forma significativa, desde menos de 150 mg/l de agua blanda a más de 550 mg/l en las ciudades que poseen un agua extremadamente dura. A no ser que miremos sistemas de purificación del agua, como por ejemplo los equipos de ósmosis inversa, la calidad del agua que guardamos en casa depende de aspectos de la misma que nos ofrezca la compañía suministradora.

En el mapa de dureza del agua de España, las aguas duras están básicamente en la zona mediterránea de nuestro país. Al estar más próximas a la costa, el agua posee más sedimentos. A esto hay que añadir las características del suelo. El agua más dura de España está en Palma de Mallorca, Alicante, Ciudad Real, Almería, Jaén, Murcia y Barcelona.

¿Qué ciudad tiene la mejor calidad de agua?

De acuerdo con un estudio hecho por la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) sobre el agua del grifo en España durante el año 2014, hay tres capitales destacadas por su calidad del agua, teniendo en cuenta aspectos como sus características de mineralización y dureza, precio, contaminantes e higiene. Estas ciudades son San Sebastián, Burgos y Las Palmas.

Si bien valorando positivamente la calidad general del agua, el informe de la OCU señala en el lado opuesto a ciudades como Palma, Huelva, Logroño, Ciudad Real y Barcelona. La presencia de microbios puede revelar una desinfección poco eficiente del agua en la red de aguas, o bien un mal mantenimiento de las instalaciones del edificio.

Inconvenientes de las aguas duras

Las aguas duras resultan perjudiciales para la salud, el bienestar y a el bolsillo de las personas. Tienen demasiado contenido en carbonato cálcico, lo que provoca problemas en los riñones y cálculos renales. Además, el agua muy dura genera picores en la piel, reseca la dermis y nos obliga a usar cremas hidratantes y cosméticos. Por ello se puede determinar que se trata de una mala calidad de agua.

Las aguas duras son malas desde el punto de vista de la limpieza. Si poseemos aguas duras, habrá que incrementar el consumo de jabón para conseguir el mismo poder de limpieza, con lo que se gastará más dinero y se causará más daño en el medio ambiente. Lo mismo ocurre a la hora de cocinar. Si poseemos un agua con alto contenido en cal, se tardará más tiempo en cocer las legumbres, lo que aumenta el consumo energético en la cocina.

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