El frío, la calefacción y la lana provocan la dermatitis atópica
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel. Su síntoma principal es un intenso picor que lleva a que el paciente se rasque y le aparezcan lesiones rojas visibles en la piel.
¿Qué es exactamente la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel seca y sensible. Su picor puede llegar a ser muy intenso, provocando eczemas que incrementan la sensación de picor e incluso de dolor.
Es una enfermedad benigna, no contagiosa y que suele aparece en forma de brotes. Esta enfermedad aparece más en niños que en niñas a cualquier edad. Es más frecuente que aparezca en la infancia para desaparecer, en muchos casos, en la pubertad.
Es una de las dolencias más frecuente entre los niños españoles. Entre el 5% y el 10% de la población lo padece, según los expertos. Se calcula que un 18 % de los menores de dos años la padece, y genera el 20% de todas las consultas de dermatología pediátrica.
Factores que pueden agravar la dolencia en la piel
Las siguientes situaciones pueden agravar la enfermedad, por lo que se aconseja tener en cuenta los aspectos siguientes:
- Vigilar que la piel esté bien hidratada. La baja humedad en el ambiente favorece la deshidratación de la piel. Por eso, el ambiente de la casa no debe ser seco ni muy caluroso, sobre todo controlar en invierno el uso abusivo de la calefacción.
- Los ácaros, gérmenes en las partículas del polvo de la casa, pueden producir irritación. Evitar alfombras, moquetas, cortinas, edredones y ventilar correctamente los dormitorios.
- Las sustancias irritantes se deben evitar. Tanto los detergentes de la ropa como los hidratantes de la piel. Estas substancias pueden ser irritantes para la piel del sujeto atópico, por eso, se deben utilizar productos especiales para ellos.
- La ropa en contacto con la piel debe ser de tejidos naturales como el algodón, lino o hilo. Se recomienda evitar la lana o las fibras sintéticas porque pueden provocar picor.
- El momento de la ducha también es importante. Una vez al día, con agua tibia y jabones adecuados.
- El sol suele ser beneficioso para la dermatitis atópica. Siempre usar un buen protector solar para prevenir quemaduras.
Es una enfermedad que, aunque no es grave, puede ser desesperante. Además, necesita una gran constancia en el cuidado de la piel y en sus medidas de prevención.
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