Cómo cocinar en el lavavajillas
Ante la feroz subida de la factura de la luz que hemos sufrido los últimos años, se ha agudizado el ingenio. Algunas de las soluciones para conseguir un uso efectivo de la energía pasa por cocinar en el lavavajillas e, incluso, en la cafetera.
De hecho, siguiendo la esencia de esta técnica, se puede cocinar en cualquier electrodoméstico que emita calor. Y, en este sentido, ya hay personas que cocinan en la lavadora o en la cafetera americana. De esta manera ahorran y consiguen cocinar de manera ecológica y económica.
De dónde surge la idea de cocinar en el lavavajillas
La pionera de esta técnica fue Lisa Casali, que sacó al mercado el libro “Cocinar en el lavavajillas”. A partir de la publicación de este libro, que evidentemente sorprendió a muchos, muchas personas se han ido sumando a esta técnica de cocina tan efectiva energéticamente y la han ido ampliando y perfeccionando.
Cómo tenemos que cocinar en el lavavajillas
Este sistema o técnica se basa en el aprovechamiento del tiempo y la temperatura de los distintos ciclos de lavado del lavavajillas. En el transcurso de éste debemos introducir en el electrodoméstico un tarro de vidrio que cierre herméticamente con los ingredientes que deseamos cocinar en su interior. Una vez terminado el lavado, la comida estará lista.
Ventajas de cocinar en el lavavajillas
Los defensores de cocinar en el lavavajillas argumentan que esta técnica proporciona una cocción lenta y a temperatura homogénea, lo que aporta al plato más aroma y sabor. Defienden, por ejemplo, que el salmón cocinado a baja temperatura queda muy sabroso y con una textura exquisita muy similar a la del foie.
Como punto positivo también se debe destacar que este tipo de cocina evita los malos olores propios de la cocina tradicional.
Cabe tener presente, no obstante, que este tipo de cocina no está pensada para principiantes. Es así porque cocinar a bajas temperaturas tiene el riesgo de que haya bacterias que no sean eliminadas. Es por este motivo que es muy importante que los frascos que se utilizan cierren herméticamente a la perfección.
Con esta técnica se pueden cocinar todo tipo de alimentos, incluso postres y repostería.
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